Fitero en positivo

Ya es oficial. A las diez de la mañana se ha constituido el nuevo Ayuntamiento de Fitero, dejándonos como novedad la aparición de AFI, agrupación electoral que dotará al consistorio de pluralidad, le aportará nuevas ideas y le servirá como refresco para mejorar una institución que hasta ahora algunos creemos inmovilista. Los once concejales elegidos tenemos la obligación moral de intentar mejorar Fitero y buscar el bien común de los fiteranos con varias tareas pendientes, evidentes desde cualquier punto de vista; exigir al Gobierno de Navarra que acometa las obras pendientes, entre otras la carretera del polígono o el centro de salud-seguramente habrá que entenderse con Uxue, mujer a la que algunos despellejaron viva en su visita al pueblo-, salvar del cierre de la Residencia de ancianos, reactivar el turismo, reducir la deuda pública, facilitar que posibles empresas se acomoden en nuestra villa, adecentar el pueblo-con limpieza y urbanismo como piezas clave-, resucitar la cultura, mejorar la transparencia y promover la mejora de los diversos asuntos sociales.

Hoy toca felicitar, ¡cómo no!, a Raimundo Aguirre, nuestro nuevo alcalde. En su acertado discurso, pagaríamos porque se cumpliera, ha dicho que todos los nuevos concejales debiéramos trabajar por la villa desde el minuto uno. Está claro que los seis representantes de UPN lo tienen relativamente fácil a la hora de acometer su proyecto, no como los de AFI. Y es que debiera saber el nuevo alcalde que nuestro trabajo depende de su honestidad a la hora de pedir cooperación, y me explico; UPN ganó el pasado día 24, pero debiera ser consciente el nuevo alcalde del mensaje plural que dieron las urnas de Fitero. Un mensaje que demuestra que los fiteranos quieren que entre todos mejoremos Fitero, que no sea cosa de un grupo reducido. O sea, que sería un gesto de grandeza bautismal por parte del nuevo alcalde que se apoye en AFI, que obtuvo más de 43% de los votos. Es decir, que de él depende que AFI no se quede como comparsa en minoría en los plenos, que se escuchen sus ideas y que se valoren los puntos de nuestro programa, algo que no parece difícil, ya que ambos programas son siniestramente calcados. Su obligación moral, si pretende que AFI no ejerza una oposición simplemente destructiva-que es a lo que está abocada cualquier fuerza de oposición cuando el poder hace oídos sordos a sus propuestas o sugerencias-, es mandar gestos saludables. Y ese primer gesto de grandeza por parte de Raimundo debiera ser cedernos alguna concejalía, cosa que ocurre en multitud de lugares y cosa que hubiésemos hecho nosotros en caso de haber ganado-y es que no se nos ocurre nadie mejor al frente de deportes que Jesús Jiménez- .

Y lo decimos porque en otros momentos y lugares hemos visto discursos similares al de Aguirre que se quedan en simples brindis al sol. O sea que UPN debiera abstenerse de retener todo el poder por el bien de todos los fiteranos. Si no lo hace así y UPN sigue sin apreciar las propuestas de la oposición, hecho que ha ocurrido en el pasado, AFI se verá abocada a trabajar como oposición destructiva, no constructiva, porque ellos serán los que no nos dejarán construir, no seremos nosotros los malos de la película. Aguirre y su equipo tienen en la mano nuestra labor, ya que si no es así, AFI simplemente servirá como plataforma de denuncia o choque, situación que nos lleva al frentismo y hecho que hace que el Ayuntamiento implícitamente excluya a cinco de sus representantes. Ésto significaría una derrota para todos los que queremos Fitero.

Debemos recordar a los once representantes que hay que mejorar Fitero de raíz, dejándonos de gestos demagógicos de cara a la galería. Nosotros, felices por el sobresaliente resultado obtenido, ni nos presentamos para que se nos exija trabajo mientras no se nos da ninguna labor, ni para ejercer de comparasa, ni para ir misa, ni para poner las sillas en la plaza. Fiterano de verdad solo puede ser a día de hoy al ciudadano o ciudadana que le duela la deplorable situación de la villa. El resto es o pretender ser miembro del decadente establishment local. El que quiere a Fitero de verdad es el que se juega su prestigio social para mejorar el pueblo, en algunos casos jugándose una condena social por no simpatizar con la menguante masa dominante. AFI, que representa a casi la mitad del pueblo, trabajará buscando el progreso de Fitero, aportando ideas regeneradoras y denunciando, como es su deber, cualquier posible gesto opaco del Gobierno a la hora de adjudicar contratos, otorgar oposiciones o gastar el dinero de todos. Pero AFI, si le dejan, también puede construir, ya que podemos llevar a las mil maravillas una concejalía o una comisión, pero claro, esta labor está en el tejado de Aguirre, que deberá elegir entre continuidad o cambio. Esa es su primera y más importante medida.