Las juventudes de UPN piden que al nuevo candidato lo elija la militancia

Hay un temor dentro de algunos sectores de UPN por la tutela de la dirección a la elección de candidato para las elecciones de mayo. El sorprendente anuncio de Barcina ha sido leído como una entente entre los dos sectores de UPN, el de la propia Yolanda y el de Sanz, para buscar un candidato de consenso, que evite la ruptura dentro de la formación regionalista, que posibilite un acercamiento con el PSN, que limpie la imagen de descrédito de la candidata, que desatasque la política navarra, legislada por la oposición los dos últimos años, y que esquive acuerdos con el residual PP navarro.


Hasta ahora solo la senadora Amelia Salanueva y las juventudes del partido han exigido públicamente la participación de la militancia para la elección del nuevo candidato. La otra preocupación en la política navarra es la publicación del Navarrómetro, que el viernes está previsto que entregue en la Cámara la empresa de estudios sociológicos adjudicataria de su realización.

Algunas filtraciones dicen que el Navarrómetro arrojara la consolidación de un posible tripartito progresista, con Bildu-¿es progresista Bildu?, Podemos y Geroa Bai, que podrían sumar entre 23 y 29 diputados-o 30, si se le suma Izquierda Ezkerra-, mientras que la suma de UPN y PSN, que por mucho que diga Chivite es la otra gran coalición, se quedaría entre 19 y 23, con el PP peleando por no quedarse como una formación extraparlamentaria.