Un monólogo con poca gracia

Vía lfp.es

Salió Osasuna al bonito escenario del Molinón con la intención de llevar la iniciativa y los primeros cinco minutos de partido pueden resumir a la perfección lo que está siendo la temporada y lo que fue el conjunto del encuentro. Los navarros controlaron la pelota, llegaron al área, forzaron un saque de esquina y en el primer ataque del contrario desajuste defensivo que aprovechó Lora rematando solo desde la frontal para hacer, con cierta fortuna eso sí, el 1-0.

Otra vez nadie en zona de rechace, otra vez un ataque rápido que pilla a la defensa y otra vez a remar por detrás en el marcador. No se amilanaron los rojillos que a partir de ahí y hasta el final del encuentro, controlaron completamente la posesión aunque sólo lograron disparar a puerta en una ocasión. Los asturianos se mostraron muy ordenados, con dos centrales que lo despejaron todo y con unas contras que pudieron sentenciar el partido antes de que llegase el 2-0 en el minuto 93.

Al Sporting no le fue difícil defender posicionalmente a Osasuna. Resulta curioso los galones ofensivos que le da Jan Urban a Echaide. El lateral tuvo toda la banda derecha para él ya que De las Cuevas se metía por dentro para hacer la función de media punta. Por ese lado llegaron de forma más clara los rojillos ya que al interior rojiblanco Jony se le olvido defender por momentos. Merino en el centro no estuvo demasiado participativo y eso lo notó el equipo. Loé volvió a realizar un partido correcto y con mucha presencia pero no se le puede pedir que él sea quién lleve el mando. Cedrick no fue capaz de desbordar en ningún momento a Lora. Arriba, Nino se movió bien por todo el campo y eso le privó de llegar a la zona de remate. Mientras Kodro, aunque dispuso de la mejor ocasión, no estuvo afortunado en sus acciones.  Si a este panorama le sumamos que en el juego aéreo, donde Osasuna si parecía superior, tampoco se crearon opciones de gol claras, el bagaje de tiros y ocasiones se quedó muy corto.

Los cambios no cambiaron la dinámica, quizás porque fueron demasiado tarde. Roberto Torres sustituyó a Cedrick con 10 minutos por delante y Sisi a Echaide en el 87. Osasuna llegó fundido a los últimos instantes y no fue capaz de llegar con peligro. El Sporting, sin hacer un buen partido, ni demostrar ser mejor equipo ganó a Osasuna. Esta historia ya la conocemos. Hoy puede salvarse la actitud y el domino pero los puntos se siguen escapando y la mirada sigue siendo a la parte baja de la clasificación.

Javier Frías.