El rancho de Buñuel y el rancho navarro

Mientras el PP se desangra por la corrupción en Madrid y Pablo Iglesias afianza su liderazgo en Podemos, en Navarra no se habla de otra cosa. Y es que un Buñuel un chaval de veinticinco años decidió chapotear sobre el rancho popular, dicen que tras apostarse 200 euros. Seguramente lo hizo tras una agitada noche, sin sopesar las consecuencias que tendría para su piel la caída a un caldero hirviendo. Dicen los casi mil buñueleros que degustaron el exquisito manjar, que el aliño juvenil no le vino mal a tan sencillo manjar. Donde hay preparado otro buen rancho es en el PSN, que se ha decidido una vez más a pactar con UPN el desbloqueo del pacto fiscal, asumiendo una pérdida importante en la rebaja fiscal. El escuálido PP dice que el PSN manda en Navarra. Claro que sí. Mandan felices mientras encharcan el adoquín con su sangre. Son como los protagonistas de Los otros, que no sabían que estaban muertos después de que a Nicole Kidman se le cruzase el cable. Aquí los "asesinos" son varios, unos por acción y otros por omisión. Qué con su pan se coman el poder y que disfruten del postre, porque a la hora del café sonarán las campanas anunciaras de su muerte, que no será por inanición. Sino por traición. A sus bases principalmente.