Podemos Navarra ha llegado como un soplo de aire fresco a la polÃtica foral. Era necesario para la diversa Navarra un proyecto regeneracionista, democrático y que luchase contra la corrupción, el mal endémico español. Sus cÃrculos, con un impagable trabajo, han demostrado que se puede hacer polÃtica desde abajo a arriba. Y además, la llegada de Podemos supone una nueva oferta a los progresistas navarros, la mayorÃa desencantados con la decadencia y cobardÃa socialista, ya que esta formación supone una alternativa a fuerzas progresistas con tintes nacionalistas vascos. Pero Podemos Navarra debe sortear de cara a mayo cinco problemas.
Pablo Iglesias no quiere ni oÃr de Podemos Navarra
Para Podemos en Madrid, la formación navarra supone un lastre y un problema. Es por ello que es vox pópuli que Podemos Navarra es la "federación territorial" del partido con menos sintonÃa con Madrid.
Y este hecho fue plausible cuando Óscar Fresán, nuevo lÃder en Pamplona, no fue avalado por Pablo Iglesias. Es decir, que fue una de las pocas grandes ciudades españolas que no enarboló una candidatura oficialista, mientras que una de las dos de Tudela, que sà lo era, perdió frente a una que no contaba con el sello del lÃder. Ninguna de las tres vÃas que se barruntan para "controlar" el aparato autonómico-dos ya oficiales-, contarán con el sello del lÃder de la formación, siendo este hecho un nuevo sÃntoma de la distancia entre Madrid y Pamplona. Y la ausencia del sello no es porque Iglesias haya rechazado a los pretendientes, sino porque las diversas corrientes internas no creen que este elemento sea un hecho diferenciador de cara a la victoria interna, cosa que sà ocurre en otras comunidades autónomas.
Podemos Navarra y los pactos
Podemos ha entendido la previsible italianización de nuestro parlamento, en el que puede haber a partir de mayo representantes hasta de ocho partidos. Como saben que un pacto con Bildu supondrÃa un problema para que Pablo Iglesias encare las generales de noviembre sin zancadillas, dos de las tres vÃas que aspiran a controlar el aparato autonómico están a favor de presentarse con una marca blanca, Navarra sà puede, donde habrá representantes de colectivos sociales y quizás de otras formaciones. La factura que pasa el gobernar con formaciones nacionalistas-EA, Nafarroa Bai o Bildu-, la ha sufrido el PSN en hasta tres ocasiones, siendo este el principal hecho para que la división entre las bases y la cúpula socialista. Es decir, que Podemos no puede permitirse que las fuerzas vivas navarras y madrileñas frenen de nuevo un Gobierno progresista en Navarra, beneficiándose de esta situación UPN, que pese a no contar con mayorÃa en las dos últimas legislaturas, ha mantenido el poder por real decreto-o gobernamos nosotros, pese a la corrupción y mala gestión, o decimos que gobierna ETA-.
El entrismo en Podemos
A Podemos se le acusa en Madrid de ejercer el entrismo en las primarias de Izquierda Unida. Es decir, que IU acusa a miembros de Podemos a desestabilizar a la formación desde dentro. Pero en este caso es Podemos, en Navarra, la que puede sufrir este juego sucio, ya que simpatizantes de Bildu o bien se han acercado hacia los cÃrculos por simpatÃa o por interés, porque es sabido del miedo del nacionalismo vasco y catalán a Podemos, por un lado porque les roba votos, y por otro lado porque prioriza el debate social por encima del tema secesionista.
Conjugar un discurso
Es cierto que los medios de comunicación y parte de la sociedad van a exigir a Podemos que se moje antes de mayo sobre el encaje de Navarra en el resto del Estado, pero Podemos ha demostrado que con un discurso social es capaz de servir mejor a la sociedad. Bosch, "lÃder interino" en Navarra, ha dicho que está a favor de mantener la transitoria cuarta, que va a levantar alfombras, que está a favor de los Fueros, y que condena la violencia, en clara alusión a Bildu.
Los dardos mediáticos
Podemos debe temer a Diario de Navarra, periódico del régimen-con los privilegios que esta situación conlleva-, porque este periódico es uno de los diarios regionales más influyentes en su área de negocio. Es cierto que Diario de Navarra ha parecido dormido en los últimos tiempos en materia polÃtica, quizás para no mancharse con el hundimiento de UPN, pero con su silencio cómplice no ha ayudado en absoluto a limpiar la corrupción. Es decir, que su afinidad con los regionalistas se demostrará esta primavera, y Luis Sanz, opinador estrella del diario ultraconservador, ya dio muestras ayer de la guerra sucia que se avecina contra la formación, tanto de diarios con evidente sintonÃa con el nacionalismo vasco, como de Diario de Navarra. Sanz denunciaba la evidente ambiguedad de la formación y la intentaba relacionar con ETA, como no, la última gota del discurso miserable de la derecha navarra, que como no puede alardear ya ni de ética ni de gestión, se agarra a la memoria de una banda terrorista que dejó hace años de matar.
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