El crédito de Barcina, Catalán y Roberto Jiménez - El Reyno Digital
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lunes, 1 de diciembre de 2014

El crédito de Barcina, Catalán y Roberto Jiménez







Kontuz! ha evidenciado en una nota de prensa el enésimo escándalo propiciado por Caja Navarra. Esta denuncia se suma al maravilloso libro El Banquete, obra que se lee como un thriller y que debiera ser de obligada lectura en los colegios, por sus decenas de pruebas que evidencian uno de los mayores escándalos de la historia de nuestra Comunidad Foral:

La asociación sin Ánimo de lucro Kontuz! quiere manifestar que Sanz, Barcina,
Catalán y Roberto Jiménez tuvieran delante el crédito al ex director de Caja Burgos,
José Antonio Arribas, y no hicieran nada supone un hecho grave. Este crédito de 1,8
millones de euros al exdirectivo imputado pone en entredicho para qué servía el
sistema de dietas en Caja Navarra.
Creemos que ya no valen las excusas de "no me enteraba" o "siempre se había hecho
así". A quienes han sido presidentes del Gobierno y a quienes aspiran a serlo se les
puede y se les debe exigir algo más. Y más en este caso concreto. No vale decir que
no entendían lo que les enseñaban porque basta leer el acta para que la operación
es harto sospechosa. Hasta les leyeron la ley que quieren burlar.
Si analizamos la cadena de personas que tomaron en la concesión del crédito al
imputado, nos encontraremos a los nombres más poderosos del régimen que dirige
Navarra. El crédito lo aprobó la Comisión Ejecutiva, donde estaban José Antonio
Asiáin (expresidente de Urralburu), José Luis Erro (director general de VW), Juan Cruz
Alli y Enrique Goñi. Y, cómo no, Ricardo Martí Fluxá que aprueba el préstamo en CAN
y luego interviene desde Banca Cívica para darle barniz de legalidad. Fluxá, el avalista
del sistema de dietas, cobrando en un sitio y en otro. Y, tras el andamiaje legal,
Alberto Alonso Ureba cobrando su minuta. Siempre los mismos.
De ahí, la operación pasó a manos de la Comisión de Control, donde nos topamos
con el presidente de la patronal, José Antonio Sarría, a Javier Iturbe (mentor político
de Roberto Jiménez), a Luis Colina (director gerente de Diario de Navarra) y a
sindicalistas como Alberto Amescoa. De nuevo, se libraron dietas y nadie dijo nada.
En el último escalón, se hacen cómplices de la operación a los políticos de UPN y
PSN. Sanz, Barcina, Álvaro Miranda, Javier Caballero, Roberto Jiménez, Alberto
Catalán, Carlos García Adanero, Samuel Caro y José Iribas.
Todas las actas son idénticas, letra por letra. Validadas por Sanz y el presidente de la
patronal como verídicas, aunque luego se retoquen casi dos años después. Sin
embargo, pasan por muchas manos. Por cada nombre, una dieta, un peaje. Y todos
mirando hacia otro lado. Esto no se debe consentir.
Kontuz no deja de asombrarse de la supuesta ingenuidad de los dirigentes políticos
navarros. Sobre todo, porque la mayoría de ello tiene dilatada experiencia bancaria
en órganos de la propia caja. En especial, Sanz, que fue su presidente y Yolanda
Barcina, que dirigió la Comisión de Control durante años. Roberto Jiménez
perteneció al consejo de administración.
Los hechos son palmarios. El diez de enero de 2011, la caja repartió más de 12.000 euros entre Sanz, Barcina y Miranda. Siete días después, para informar de lo mismo a
la Junta de Entidades fundadoras, se gastaron 54.000 euros. ¿Nunca se preguntaron
por qué les pagaban tanto dinero? ¿No leían lo que les pusieron delante?
Al final, parece que a todos los navarros nos ha salido muy caro que nuestros líderes
políticos, los elegidos para defender el bien común, no ejercieran esta labor
fiscalizadora. Porque, en el «caso Arribas», más que una entidad bancaria, Caja
Navarra parece una trama de comisionistas donde todo el mundo cobra.
Pero al final, todo acaba por estallar. Según los medios locales, Arribas se
autoconcedió 34 millones de euros, además del que le concedió la CAN. ¿Cuánto ha
devuelto? ¿Cuánto ha afectado al valor de Banca Cívica estas deudas?
Más que indignación, lo que este descubrimiento nos genera es miedo. Miedo a que
esta forma de funcionar no solo afecte a la CAN. Miedo a qué ha podido ocurrir en el
Gobierno navarro.
A este miedo sólo se combate con luz. Con luz y con taquígrafos. Si son errores, que
se asuman. Si se puede explicar lo ocurrido, que se explique.
Lo que se debe de terminar para siempre es con eso mirar para otro lado, de hacer
como que no pasa nada. Porque no es bueno para Navarra. 

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