Más importante incluso que el punto conseguido en Huelva, es la certeza de que los canteranos son más que válidos para este Osasuna. Un nombre sobresale por encima del resto, el de Mikel Merino. El joven centrocampista navarro tenÃa la difÃcil misión de hacer olvidar a dos futbolistas con galones como Nekounam y Loé y los dos fiascos de los rojillos en los dos anteriores partidos con compromisos internacionales, Alcorcón y Ponferradina. A Merino no le temblaron las piernas y se hizo dueño del partido. Su zurda, unida a su cada vez mayor experiencia es ya un seguro de vida para Osasuna. La cuesta de enero parece cada vez menos empinada tras el partido del sábado.
A su lado, un Olavide que cumplió a pesar de no jugar en su
posición (mediapunta) y sin grandes alardes tiró de lucha para ser un buen
acompañante de Merino. La pena fue que estas entradas no permitieron seguir
viendo a David GarcÃa en el centro de la defensa, un punto por encima
de Flaño en estos momentos. Su presencia en el equipo es ya la de un futbolista
importante en el presente y seguro también que en el futuro.
Ahora sÃ, equipo
competitivo
El salto que ha dado Osasuna en estas 4 jornadas tras la
debacle de Miranda, (10 de 12 puntos), son fruto de la mayor capacidad
competitiva del equipo. Frente a Valladolid y Las Palmas hubo que tirar de
seguridad defensiva, compromiso y mucho mucho trabajo. Contra el Leganés, a
pesar de una mala primera parte, el equipo tuvo también capacidad de remontada ante un conjunto nada sencillo.
En Huelva por último, sin hacer nada especialmente
brillante, no estuvo nada incómodo quitando los instantes posteriores
al gol de penalti del Recreativo. Siempre pareció tener la situación
controlada. Este salto competitivo, junto a los futbolistas que están saliendo
de Tajonar, ilusionan por fin a la afición.
Javier FrÃas
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