El desencanto navarro

¿A dónde han ido a parar los votos que ha perdido el PSN en estos treinta años? De los casi 100.000 del 83 se ha pasado a los 50.000 de 2011, y bajando. La pérdida del Gobierno tras varios casos de corrupción, la mediocridad intermedia y la traición en 2007 a las bases, rematada por el amago de moción de censura el pasado marzo, ha rematado a un partido que representaba a miles de navarros progresistas, a los que el actual encaje de Navarra en el resto del Estado no molesta. 

Y esa es la baza que va a coger UPN para las próximas autonómicas. Porque el partido de Barcina ya no puede hablar ni de gestión, ni de eficacia, ni de ética. Solo puede jugar la carta vascófoba. El miedo a que vienen los vascos. Y por esa carta, muchos navarros votarán "tapándose la nariz" a una señora que en un país decente estaría avergonzada en casa por los hechos probados de ella y su partido. Pero ésto es España amigos, aquí vale todo. Y a la derecha en Navarra más. 

El problema para los desencantados del PSN, es que están huérfanos políticamente. Queda la ilusión de Podemos, que ha conectado con los problemas de miles de navarros y que aspira a convertirse en el partido revelación en las autonómicas. Pero si será el partido revelación es porque no se quieren posicionar respecto a Navarra. Cuando alguién pregunta a los actuales líderes de la formación respecto al tema navarro, contestan echando balones fuera; hay temas prioritarios a ése. Cosa en la que tienen razón, pero muchos votantes también saben que Podemos está a favor del referéndum de Catalunya, aunque matizan que pedirían el "no". Pero en el caso navarro, el nacionalismo sabe que no tendrá andar los recónditos caminos de Mas para integrar Navarra en Euskadi. La transitoria cuarta posibilitaría la votación de la integración, cosa que podría suceder el próximo año si Podemos se sube al barco de Bildu. Y el medio millón de navarros sabemos que nos difuminaríamos entre los más de dos millones de vascos. Nuestro pequeño poder se quedaría exiguo. Con éso juega UPN. El problema para los "terceristas", a los que les asquea UPN y no se fían del PSN, es que Podemos no se ha decidido todavía. Pero solo por eso los navarros progresistas no deberían votar ni a UPN, ni al PSN. Los navarros por ahora solo quieren ser navarros, por mucho molesto referéndum que nos pongan delante. Por lo que la prioridad para conseguir una higiénica Navarra es echar por las buenas o las malas a Barcina y a sus socios del PP y el PSOE. Amén.